SONIA
Buenas tardes.
RICARDO
Buenas tardes.
SONIA
Por favor, vamos a Riva…
RICARDO
(LA INTERRUMPE.) ¿Arriba? Señora, esto no es un
helicóptero ni un avión y no puede subir ni siquiera un
escalón.
SONIA
Señor, yo no hablo de subir ni de volar. Estoy hablando de ir
a un lugar. Por favor, a Rivadavia…
RICARDO
(LA VUELVE A INTERRUMPIR.) Ah, me está diciendo que
arriba Davia y que quiere ir al aeropuerto a buscarlo.
SONIA
No, no es cierto, no quiero ir al aeropuerto.
RICARDO
Ah, entonces quiere ir a la estación terminal.
SONIA
No, no. Me parece que me entendió mal.
RICARDO
Usted dice que arriba Davia. Si no quiere ir al aeropuerto ni a
la estación, dígame adónde llega. Yo no soy adivino.
SONIA
Si me permite, le digo adónde quiero ir y por qué camino.
RICARDO
¿Por qué camina? Señora, yo no la veo caminar. Usted acaba
de subirse a un taxi, por si no se dio cuenta.
SONIA
Me doy perfecta cuenta. Pero me parece que usted no me
escucha y que además, inventa. Por favor, atienda lo que le
digo: a Rivadavia entre Uruguay y Paraná.
RICARDO
Ah, Davia arriba entre…
SONIA
Señor, no le estoy hablando de ningún Davia que arribe a
ninguna parte. ¡Y va a ser mejor que me escuche bien si no
quiere que me harte!
RICARDO
Disculpe, pero, ¿qué quiere que le diga? Desde que subió me
está hablando de un tal Davia que arriba. Y todavía no me
dijo bien adónde hay que ir a buscarlo.. Ahora me dice que
llega entre el río Uruguay y el río Paraná, pero no me aclara
si es en la provincia de Misiones, de Corrientes o de Entre
Ríos.
SONIA
Pero, por favor, ¡qué lío! Yo no le estoy hablando de Entre
Ríos ni de Corrientes ni de Misiones. Pero… pensándolo
bien, el médico me dijo que hacer ejercicio es bueno para los
pulmones. Así que me voy a bajar, porque quiero mover un
poco los pies. Buenas tardes, será hasta alguna otra vez.
(SALE DEL TAXI.)
RICARDO
Buenas tardes. Y espero que la próxima persona que suba
sea más sabia, y que no me empiece a hablar de que hay
algún lugar adonde arriba el señor Davia.
(TELÓN)